Hay un hombre frente a mí.
Está desnudo.
Tiene cuatro brazos,
cuatro piernas
Es normal, como nosotros,
Tiene el pelo largo,
tiene mirada cansada
… como nosotros.
Y si alguien no me hubiera dicho que fue un hombre del Renacimiento,
Juraría por la vida haberle visto en algún periódico.
Muerto a machetazos en la selva boliviana,
muerto anoche de puñalada esvástica,
muerto por terrorista en Londres,
muerto por yonki y ladrón.
Suerte la suya haber nacido tan pronto,
y parecerse tanto a un tal Da Vinci.
sábado, 29 de agosto de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario